Es una decisión muy difícil, Soñar en que mejorará, quizá algún despistado me diga que si. Pero también existe el derecho, de que la otra persona sea feliz y los recuerdos no sean una mala referencia a aferrarme a situaciones que duele en ambos sentidos. Las ilusiones se pusieron a alentar un nuevo caminar con resultados que terminaban en discusiones o el hartazgo de lo cotidiano. La fe se desvanece. No sé, si ya tiene sentido continuar, con la calma me basta y si eso significa desprendimiento. No niego que aun guardo fe, pero una fe que dudo que sea real. ¿depende de mi?, ¿de ambos?. Si ya se hizo y el desenlace es conocido y hiere.
Nos duele de sobremanera,