miércoles, abril 26, 2006

Sonrisas ludicas del ocaso

Es lo primero que escribo, no me regocijo, ni me inmuto. Tampoco guardo la esperanza que alguien lo lea, solo sé que un acto de catarsis olvidado.
Ayer cuando regresaba a casa del trabajo (si se puede llamar así a lo que hago). No relataré exactamente lo que sucedió, solo escribiré que fue reconfortable escuchar esas risas de infantes sorprendidos por el exceso de la normalidad. Que ellos ya saben así noma, no sucede, ojala mi perdida mente no olvide ese cántico de felicidad material.